La palabra masaje es de origen confuso, con distintas procedencias posibles. Las más aceptadas son:
- makeh (sánscrito): apretar con suavidad.
- massien (griego): amasar, frotar.
- mansa (raíz latina) : tocar, asir, estrujar o amasar.
- mashech (hebreo): palpar, tantear.
- mass o mass'h (árabe): tocar con sensibilidad, frotar suavemente.
- masser (francés): amasar, sobar.
El masaje es uno de los medios más naturales de aliviar el dolor, el malestar o la tensión. Ante golpes, malos gestos, malas posiciones, cansancio... nos aplicamos movimientos instintivos que forman parte de técnicas terapéuticas para eliminar o atenuar el dolor.
Sin pensarlo, nos frotamos y apretamos las zonas doloridas, nos damos calor con las manos, por las mañanas nos frotamos los ojos para eliminar impurezas acumuladas por la noche y aumentamos así el flujo sanguíneo a todo el ojo, cuando nos duele la cabeza nos frotamos la frente para que el dolor no se estanque en un solo punto, nos masajeamos o pellizcamos las pantorrillas entumecidas después de una larga caminata, facilitando la circulación de retorno, acariciamos con suavidad el cuerpo de una persona enferma aumentando el drenaje linfático y contribuyendo así a su curación.
Cuidador de animales salvajes da masajes a osos, elefantes, jirafas y leones en un Parque de Sudáfrica. |
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